Cuando Michael Morales, exfutbolista semiprofesional, contactó a Ana Carmen Aguilar Cuevas, bordadora indígena oaxaqueña, para proponerle una obra de arte original, surgió la creatividad y floreció una relación entre el fútbol y las flores. La camiseta bordada de fútbol “Paragüitos de Puerto” alberga una hermosa relación llena de tradiciones ancestrales y lecciones de creatividad bordadas en cada hilo de la tela.
Ana Carmen es la hija menor de Celedoña Cuevas, madre Chatina, y Carlos Aguilar, padre descendiente de Zapotecos, quienes viajaron desde sus pueblos de Santa Catarina Juquila y Ocotlán de Morelos para encontrar su hogar en Puerto Escondido, Oaxaca. Su linaje y los recuerdos de sus padres y hermanos, criados en este pueblo costeño, es el lugar donde se cultivan estas tradiciones y se han transmitido a sus hijos, a su familia y a su pueblo.
Comenzó a bordar de niña, en la primaria y en casa, “en nuestra casa bordaba mi mamá y mis hermanas en sus ratos libres porque trabajaban mucho, llamaban a las niñas y juntas ellas nos enseñaban, así iba uno aprendiendo,” comparte. Pasando horas con otras mujeres de su pueblo, practicando técnicas tradicionales y aprendiendo nuevas, Ana Carmen dice que es una bordadora de corazón, "me gusta asistir a los cursos que programan para enseñar a las personas y cada día se aprende más.” “Me encanta que nos compartan la diversidad de puntadas existentes, especialmente de las regiones de nuestro Estado de Oaxaca,” me cuenta. Un ritual diario, una práctica diaria y una conexión arraigada en una profunda comunidad de mujeres y un aprendizaje continuo.
Michael, exfutbolista semiprofesional, creció jugando al fútbol con su familia, amigos y comunidad en tierras de Cahuilla y Serrano, también conocidas como el Inland Empire (IE) en California, Estados Unidos. Hijo de padres inmigrantes de clase trabajadora, comparte que el fútbol le enseñó muchas lecciones y le permitió cultivar muchas emociones como la alegría, la resiliencia y el coraje, “me enseño como ser un competidor, como perder y ganar como equipo.” También es donde canalizó por primera vez su amor por las artes, “fue una de las primeras formas que empezó mi creatividad, experimentando con estrategias y estilos para superar a mis oponentes — el fútbol es un arte y se crea con el juego.”
Para Michael el fútbol ha sido una lección de vida, “siempre he navegado con esa mentalidad que se siente muy natural para mi y la vivo con mucha pasión.” Como estudioso y aficionado al fútbol, Michael creció estudiando y practicando fútbol meticulosamente y llegó a jugar en un equipo semiprofesional del estado de Indiana en los Estados Unidos. Aunque han pasado varios años desde su última vez como semiprofesional, ahora, como fotógrafo comercial y artista a tiempo completo, canaliza esa creatividad y determinación en su trabajo creativo y en el campo. Como miembro de la liga local de fútbol para adultos, Michael colabora y apoya constantemente las iniciativas para que los jóvenes se involucren en el fútbol en su comunidad.
Cuando Michael visitó Puerto Escondido por primera vez en 2022, quedó cautivado por su belleza, historia y tradiciones. La familia Aguilar Cuevas lo recibió con los brazos abiertos y un corazón cariñoso, y lo invitó a conocer las playas, las tierras y los seres queridos de Puerto Escondido. Tras visitar Puerto Escondido varias veces, entabló una relación con Ana Carmen y aprendió más sobre sus bordados, su dedicación y su artesanía. Su trabajo lo inspiró y surgió la idea de la camiseta, “tuve la visión de crear algo único que pudiera mostrar nuestra creatividad juntos — su amor por el bordado y mi pasión por la fotografía y el fútbol.” "Vi la oportunidad de explorar la creatividad con ella de maneras a las que uno tradicionalmente no está acostumbrado,” añade, “estoy agradecido que estuviera dispuesta a hacerlo.” Ana Carmen se emocionó cuando Michael le propuso la colaboración, “primeramente me sorprendí, nunca pensé que me pidieran bordarle detalles a una playera deportiva y más de la selección nacional, pero reconozco que me emocionó bastante,” me cuenta.
¿Qué inspiró el arte, los diseños y los colores de la camiseta de Paragüitos de Puerto? “Hablar de la flor de paragüito para mí, es retroceder el tiempo, es hacer remembranza a nuestros antepasados y a sus raíces,” comparte Ana Carmen. “Nuestros primeros pobladores tenían esta planta como ornamento en los patios y jardínes de sus casas, podemos decir que es una flor muy agradecida, tiene la magia de reproducirse sola en las calles y campos de nuestro pueblo", agrega. Las flores de paragüitos se bordan tradicionalmente, se honran y se utilizan de diversas maneras, incluyendo en atuendos del pueblo, arte artesanal y se usan para reuniones tradicionales del pueblo, “la flor se considera una flor distintiva de la región Costa y emblemática de Puerto Escondido.” Al describir su proceso creativo con el bordado de la camiseta, Ana Carmen compartió que fue un proceso de respetar las tradiciones mientras creaba otras nuevas, “a veces hay figuras que llevan colores específicos y eso se debe respetar, entonces escogí bordar unos paragüitos algo representativo de nuestro lugar.” Su creatividad con el proceso es como una historia que comparte, “uno juega con las diferentes puntadas y la gran diversidad de hilos de colores que existen, después de todo es una hermosa fantasía.”
Para Ana Carmen, bordar también representa la medicina tradicional — un espacio de sanación, bienestar y conexión con la tierra — algo de lo que todos podemos aprender. Cuando su madre se enfermó hace varios años, siendo la hija menor, Ana Carmen se hizo responsable de su cuidado con el apoyo de su familia. Las alegrías y el estrés del cuidado pueden ser laboriosos y abrumadores, llenos de altibajos, “los que cuidan o han cuidado a algún familiar o amigo cercano, tal vez lo comprendan, con el paso del tiempo se vuelve estresante”, comparte. Después que desarrolló problemas de salud por estrés crónico y otras afecciones, bordar se convirtió en su refugio y espacio de bienestar, “desde que me enfermé por estrés, ya me había sometido a dos cirugías, y el médico me recomendó distraerme y realizar actividades para relajar mi cuerpo, y así fue como decidí retomar el bordado", una práctica que con el tiempo mejoró su calidad de vida y cultivó un profundo sentido de propósito. Para Ana Carmen, fue un regreso a la medicina tradicional que se había transmitido de generación en generación en su familia.
Para Ana Carmen y Michael, fue una camiseta de fútbol lo que finalmente fortaleció la relación entre estos dos artistas creativos y dedicados. Aunque antes no se conocían, ambos han aprendido de uno al otro lo apasionados que son por su trabajo y su legado. Conectan en sus valores de cultivar sus pasiones únicas, la salud holística y la alegría para sí mismos y sus comunidades.
La camiseta ha regresado al sur de California desde entonces, pero su significado, energía y relación con Puerto Escondido y Ana Carmen los mantiene conectados. Para Michael, la camiseta y su relación con Ana Carmen le han enseñado sobre la importancia de cultivar las relaciones, cultivar la propia artesanía y aprender cómo los pueblos indígenas honran sus linajes, "ella invirtió su tiempo, conocimientos y amor en este proyecto, y usó sus manos y toda su creatividad para hacer lo que sentía que era correcto." "Estoy simplemente agradecido y bendecido de haber podido tener una relación con ella, y ahora esta camiseta es parte de esa relación y una conexión con ella y Puerto,” comparte Michael. Inspirado por ella como ser humano, "su devoción a su herencia, su compasión y el amor que demuestra me conmovieron — miro esta camiseta y la veo a ella, veo sus raíces y veo a Puerto Escondido, me siento muy honrado.”
Por su parte, Ana Carmen está decidida a seguir con su bordado y cultivar su rol de transmitir tradiciones mientras les enseña a otros, “admiro y reconozco el trabajo de todos nuestros artesanos oaxaqueños, nuestras bordadoras que plasman la riqueza de sus conocimientos en el arte del bordado.” La invitación nos deja, “espero un día se brinden la oportunidad de intentarlo.”
Agradecimiento:
Estoy agradecida con mi tía Ana Carmen Aguilar Cuevas, por el amor y el conocimiento que nos brinda a mí, a mi familia, a nuestros pueblos y a todos los que conoce. Este trabajo de amor estuvo lleno de magia ancestral y nunca olvidaré las pláticas, las risas y la pasión que crearon esta hermosa pieza para Michael. No hay palabras que puedan describir lo que estos hilos, diseños y colores significan para mí, mi familia y mi linaje. Gracias, Michael, por el respeto, el cuidado y la dedicación al trabajar para destacar el trabajo de los artesanos indígenas a través de tu fotografía, talento y pasión.
Where the Healing Happens
Navigating Tovaangar (the Los Angeles basin), the traditional, ancestral and unceded territory of the Gabrielino/Tongva peoples. To learn about the Indigenous peoples whose land upon which you reside, visit native-land.ca.
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